Conocido por su enfoque vanguardista en el arte digital y urbano, ha presentado su obra más reciente, la cual ha dejado perplejos y admirados tanto a críticos como a espectadores. Su nuevo trabajo, un código QR que se transforma en una ciudad, no es solo una exploración visual, sino también una proeza técnica que combina la tecnología con el arte de una manera que nunca antes se había visto.
La magia del código QR
Durome utiliza un código QR, un elemento cotidiano y reconocible, pero lo transforma en algo completamente nuevo y extraordinario. A primera vista, el código parece un simple patrón en blanco y negro. Sin embargo, al enfocarse en el código y realizar un escaneo o un movimiento de cámara, la magia comienza a revelarse.
Un viaje visual: del cenital al microcosmos urbano
La experiencia visual de la obra es, en sí misma, una travesía. La cámara comienza en una perspectiva cenital, mostrando el código QR en su totalidad. Desde esta vista aérea, el código parece un plano bidimensional, pero a medida que la cámara se aproxima lentamente, la geometría del código empieza a descomponerse y transformarse.
A medida que la cámara se acerca, los detalles ocultos en el QR se desvelan y, de repente, nos encontramos inmersos en un entramado urbano. Es como si el código se abriera y desplegara una ciudad en miniatura ante nuestros ojos. Las líneas y puntos que forman el código se convierten en calles, edificios y plazas, creando un paisaje urbano intrincado y detallado.
La perspectiva adecuada: geometría y urbanismo
Uno de los aspectos más fascinantes de la obra es cómo Romaguera ha utilizado la geometría del código QR para diseñar una ciudad funcional y estéticamente agradable. Cada línea y cada punto del código no solo tiene un propósito visual, sino también urbanístico. Las calles se distribuyen de manera que facilitan el flujo del tráfico, las plazas están situadas estratégicamente para servir como centros de reunión y los edificios están dispuestos de manera que aprovechan al máximo el espacio disponible.
La precisión y el cuidado con los que Romaguera ha diseñado esta ciudad virtual son impresionantes. Ha logrado encontrar una perspectiva que no solo revela la belleza oculta en un simple código QR, sino que también presenta una visión coherente y bien estructurada de un entramado urbano.
Historias de mar y planetas: Una dimensión adicional.
La innovación de Romaguera no se detiene aquí. El código QR de esta obra está asociado a una animación titulada "Historias de Mar y Planetas". Al escanear el código, los espectadores no solo se sumergen en una ciudad digital, sino que también acceden a una narrativa visual que combina elementos marinos y cósmicos, ampliando aún más la experiencia artística.
Transformación a realidad aumentada
Desde el estudio de Romaguera, se indica que se están realizando las maniobras oportunas para transformar este código en una experiencia de realidad aumentada (AR). Esto permitirá a los espectadores no solo visualizar la ciudad y la animación en sus dispositivos móviles, sino también interactuar con ellos de una manera más inmersiva. Utilizando plataformas como AR Code y aplicaciones móviles específicas como AR Text, AR Frame y AR Portal, la obra promete llevar la interacción y el compromiso del espectador a un nuevo nivel.
Un mensaje de innovación y creatividad
Nos invita a ver más allá de lo obvio, a encontrar belleza y funcionalidad en lugares inesperados. Nos muestra cómo la tecnología y el arte pueden fusionarse para crear algo verdaderamente único y transformador. Este código QR no es solo un objeto funcional, sino una obra de arte que desafía nuestras percepciones y nos invita a imaginar nuevas posibilidades.
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